viernes, 30 de abril de 2010

¿Va al cielo la persona que se suicida?



1.El suicidio es un pecado grave equivalente a la muerte (Éxodo 20:13; 21:23), pero puede ser perdonado como cualquier otro pecado

2. Y la Escritura dice claramente que aquellos que han sido redimidos por Dios han sido perdonados por todos sus pecados – pasados, presentes y futuros (Colosenses 2:13-14).

3. Pablo dice en Romanos 8:38-39 que nada nos puede separar del amor de Dios en Cristo Jesús.

4. Entonces si un verdadero cristiano cometería suicidio en un tiempo de debilidad, él será recibido en el cielo (Judas 24

5. Pero debemos cuestionar la fe de aquellos quienes toman su vida o que lo estén considerando seriamente – puede ser que ellos nunca fueron salvos verdaderamente.

LOS HIJOS DE DIOS SOMOS DEFINIDOS COMO AQUELLOS QUE:

A) tienen esperanza (Hechos 24:15; Romanos 5:2-5, 8:24; 2 Corintios 1:10, etc.)

B) propósito en la vida (Lucas 9:23-25; Romanos 8:28; Colosenses 1:29)

C)Los que piensan en cometer suicidio lo hacen porque no tienen esperanza ni propósito en sus vidas.


CONSIDERACION

Además, uno que repetidamente considera el suicidio está practicando pecado en su corazón (Proverbios 23:7), y 1 Juan 3:9 dice que “la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. Y finalmente, el suicidio es a menudo la última evidencia de un corazón que rechaza la soberanía de Jesucristo, porque es un acto en donde el pecador esta completamente tomando su vida en sus propias manos en vez de someterse a la voluntad de Dios para ella. Ciertamente muchos aquellos que se han quitado la vida oirán esas horrendas palabras del Señor Jesús en el juicio – “Jamás os conocí; Apartaos de mi, los que practicáis la iniquidad” (Mateo 7:23).

CONCLUSION
Entonces aunque fuera posible que un verdadero cristiano cometa suicidio, creemos que es una ocurrencia inusual. Alguien que este considerando suicidarse debe ser animado a examinarse asimismo para determinar si verdaderamente está en la fe (2 Corintios 13:5).

LA IMPORTANCIA DE LLAMAR A LAS PERSONAS POR SU NOMBRE


¿Le ha pasado alguna vez que le presentan a tres personas al mismo tiempo y que sólo se limita a decir: "Mucho gusto, encantado, mucho gusto", y después no sabe cómo dirigirse a ellos, porque no tiene la menor idea de cómo se llaman? Es muy incómodo, sobre todo cuando una de esas personas se dirige a usted por su nombre.

Recordar nombres y caras es una de las cosas más importantes y también de las más difíciles.

Lograrlo nos beneficia en nuestra vida personal y profesional, ya que:

1. El mejor cumplido que le puede dar a una persona es mostrarle que le importa. Y eso lo transmite llamándolo por su nombre.

2. A la gente se le olvidan las palabras pero no se le olvida cómo la hicimos sentir.

3. El recordar su nombre indica que estamos alertas, atentos, cualidad que a la gente le gusta de manera natural.

4. Además se hace presente en la mente de la otra persona porque al llamarlo por su nombre se preguntará; "¿Quién es esa persona?'. Hay algo de magia en oír nuestro nombre, que nos hace sentir únicos entre los demás.

Cualquier pregunta que hagamos, cualquier información que demos, cobra un peso diferente si le agregamos el nombre del interlocutor.

Ahora la pregunta sería: ¿cómo recordar los nombres?

Nuestra mente entiende mejor una idea, la procesa mejor y la recuerda mejor se la damos mediante imágenes. Como no hay nada más abstracto que un nombre, la manera en que se nos va a grabar es creando imágenes de ese nombre, visualizándolo lo más claramente posible por medio de la asociación.

Si usted se fija, los sueños que tuvimos de chicos que aún recordamos son aquellos que iban acompañados de una emoción. Así que a esa imagen mental que hagamos le agregamos un ingrediente emocional, y así no se olvida. Entonces la asociación debe ser emocionante, violenta, chistosa, ridícula, tenebrosa.

Una de las formas muy efectivas de asociación es:

1. La del mismo nombre. Escuchemos claramente el nombre cuando la persona nos es presentada. Si no lo escuchamos bien, pedirle que por favor lo repita. Esto se hace de inmediato, no media hora después de haber conversado. Acuérdese de alguien que conozca con el mismo nombre (puede ser un amigo, un conocido o alguien famoso). Mentalmente, tome el cuerpo de su amigo y coloque la cara de la nueva persona en sus hombros. Hágalo de manera muy clara, que parezca casi una alucinación. Puede hacerlo aún más vivamente; por ejemplo, si su amigo juega fútbol, pues se lo imagina pasándole la pelota; si es ingeniero se lo puede imaginar construyendo una barda juntos. Tiene que ser tan clara esta imagen que con sólo verlo aparezca la cara de su amigo.

2. Por apariencia. Este método consiste en asociar el nombre de la persona con una característica de su apariencia. Hay que estudiar la cara muy bien. El objetivo es que la podamos reconocer fácilmente entre los demás. Y hay que observar las características especiales de su rostro, como: si su cabeza es grande, pequeña o mediana; si es redonda o cuadrada; sus cejas, frente, orejas, etcétera.

Y como si fuéramos caricaturistas reconstruyamos en la mente la cara de la persona exagerando algún rasgo.

Supongamos que quiero acordarme del nombre del señor Cuevas, y me imagino su cara con una boca desmesurada que parezca una cueva, entonces se acuerda usted:"Boca de cueva, El señor Cuevas". O por ejemplo, para acordarse del nombre del señor Aguilar, piense en unos ojos de águila.

Si quiere acordarse del nombre y no se le viene nada a la mente, trate de usar la técnica de "Suena como".

Antonio, por ejemplo, suena a "moño"y me lo imagino con un moño en la cabeza.

Todos podemos desarrollar esta habilidad con la práctica.

Recordar nombres no es un esfuerzo hecho para lucir nuestra buena memoria, es mostrando sólo nuestro deseo de recordar a la persona colocada tras el nombre. Recordemos aquello de que no hay sonido más dulce que escuchar nuestro nombre. La regla número uno en relaciones humanas es: "Haz sentir importante a la persona". Y la mejor manera de hacerlo es llamarla inmediatamente por su nombre.

CODIGO DE HONOR DE LOS HEROES


Codigo de Honor de un HEROE
1. Los héroes no dan vueltas sin sentido, ellos saben a donde van, porque ellos saben para que están.

2. Los héroes son tentados, pero saben que y con que responder a sus artimañas. Los héroes saben que sus decisiones y respuestas pueden desagradar a otros, no obstante aceptan el costo que sus acciones les demandan.

3. Los héroes no necesitan ciertos medios para ser tales, son héroes sin importar el escenario en que les toque actuar. Son fieles a esa genética que siempre los hace proceder igual.

4. Los héroes tienen una aspiración, un sueño, una visión con antelación en su vida y para su futuro, porque eso hará que la prisión no los haga desaparecer. Eso hará que utilicen a la prisión como un escalón para subir, como una autopista para colocarse cerca del cumplimiento del sueño de Dios en su vida, más cerca de cruzar la línea de su promoción.

5. Los héroes son personas sabias, que no hablan de sus sueños y visiones a quien sea y por el simple hecho de que tienen bocas. Los héroes saben con quien compartir sus locuras.

6. Los héroes saben esperar su tiempo. Es una espera activa. No asaltan primeros lugares, no traicionan amistades, ni mucho menos hieren ninguna espalda.

7. Los héroes son fieles y leales, pase lo que pase, ocurra lo que ocurra porque saben que su fidelidad les dará en su tiempo sus merecidas promociones.

8. Los héroes saben esperar su tiempo, los héroes siempre son y serán reconocidos, ellos lo saben, ellos esperan.


9. Los héroes son gente de enfoque, no habrá circunstancia con el poder suficiente para desviarlos de su objetivo y de lo que creen que Dios ha dicho para ellos.

10. Los héroes no analizan lo grande de un desafío para construir razones de porque no debieran enfrentarlo, prefieren siempre definir con que actitud habrán de conquistarlo